Esto ya viene sucediendo hace ya dos años atrás solo que hoy ya tiene un nombre, ésta especialidad es una de aquellas en las que el Marketing se integra a un mundo digital especializado, lo llamamos el GrowthHacker.
Este nuevo perfil digital es un híbrido entre un profesional del marketing y un programador. El Growth Hacker destaca por sus cualidades analíticas, propias de expertos en usabilidad o analítica web, y sus cualidades creativas, vinculadas al mundo de la publicidad y la comunicación. Según Michael Birch, fundador de la red social Bebo, “este nuevo profesional es al mismo tiempo ciencia y arte”.
Con estas aptitudes, muchas compañías de Silicon Valley ya están incorporando a sus plantillas estos nuevos profesionales considerados como “maestros del crecimiento”. Las ventajas, sobre todo para las startups que están comenzando, son muchas: ayuda para la definición del producto y su lanzamiento al mercado, hacerlo crecer y conseguir usuarios. Una vez el producto haya madurado, los Growth Hacker seguirán analizando e investigando sobre cómo mejorarlo a partir de los datos que dejan los usuarios así como en los pasos para conseguir la fidelización de sus clientes.
Datos, creatividad y curiosidad, los tres pilares del Growth Hacker
De este modo, estos “maestros del crecimiento” destacan por tener 3 cualidades diferenciadas:
2. Creatividad. Junto a sus dotes analíticas, los Growth Hacker son profesionales con gran destreza para crear y diseñar nuevas formas de atraer a usuarios, engancharlos y convertirlos en clientes y en definitiva, hacer crecer el producto. Así, Greg Tseng, co-fundador de Tagged, afirma que “si solo se es creativo, no sabrá cómo de buenas son las ideas, mientras que si sólo domina la analítica, sólo descubrirá qué hacen malas sus ideas”
3. Curiosidad. Son unos auténticos “early adopter”, investigan diariamente sobre los cambios y novedades que ocurren en el terreno online. Siempre van más allá e investigan los beneficios que pueden sacar de estos cambios. Así, tienen fascinación por entender y conocer los motivos que hacen que un usuario se convierta en cliente o por qué un determinada acción ha fallado. Son constantes y su fin no es el crecimiento sino lograr entender cómo piensan los usuarios, establecer esos indicadores y poder replicar el modelo una y otra vez.
Muchas grandes empresas como Facebook, Groupon o Pinterest ya han implantado técnicas de Growth Hacking que les han permitido crecer a un ritmo vertiginoso en poco tiempo y a un coste muy reducido.
Fuente: IEBS School