Cuando era niño mi madre dejaba que mi independencia como persona florezca, por eso, me permitía viajar solo (me refiero concretamente al viaje en sí, ya sea en bus, avión o tren) a otras ciudades de mi país, ya llegando a mi destino me esperaban familiares con los que pasaba las vacaciones; me puso a los scouts, donde podía ir de viaje a campamentos fuera de las ciudades, mi sentido de la aventura había crecido. Uno de mis más ansiados sueños ha sido poder viajar a ciertos lugares en Europa, pero ya no por ese sentido de aventura o la de independencia con la que crecí, sí admito que fueron varios los motivos en diferentes etapas de mi vida, entre ellas sí la aventura, era un adolecente, ¿a que adolecente no le gustaría una aventura así…?. Díganme, alguna vez se preguntaron ¿Qué es lo que sientes cada mañana al levantarte?, pues verán, a mi me pasaba que no sentía ¡Nada!, nada de pasión, alegría, fe, ningún otro motivo más que el levantarse para otro día monótono en la vida y esto me aterraba, me aterra, eso ya paso de ser un mal día, un mal momento, una racha de mala suerte, y a quien no le aterraría algo así, me dije a mi mismo –ya no quiero ser esa persona–. Así que me he puesto a buscar tres cosas a las que considero esenciales para que mi vida llegue a un equilibrio, esas son: Definir
placeres (sanos) a los que me siento muy atraído; Afianzar mi lado
espiritual, respetando la de los demás, y por qué no admirando la de otros; entrar nuevamente en esto a lo que siempre he llamado “un campo de batalla”, el
AMOR.
Placeres.Hace algunos años atrás mientras pasaba por una mala relación decidí tomar un pequeño curso de cocina mexicana (entre otras cosas), cosa que me agrado mucho, creo que ahí nació el deseo de cocinar y saborear de todo lo que se pueda (entiéndase bien la palabra saborear, y no simplemente comer), crecía la idea de que algún día podría viajar a Francia para probar sus vinos, sus Croissants, su suave y exquisito brandy o a Italia a probar su famosa pasta, la pizza de Nápoles, o su Hielato… La idea es que vuelva a mí la sensación de saborear las comidas, bebidas; entonces decidí empezar por las cosas que tengo “a mano”. Decidí tomar un curso un tanto más amplio sobre comidas, no tanto como para ser un Chef, aunque no sería mala la idea. Aquí en Cochabamba, considerada la capital gastronómica de Bolivia (mención muy bien ganada, sin menospreciar a otras capitales con sus diferentes destrezas culinarias), aquí puedes encontrar una variedad de platos exquisitos, pero como dije a un principio, no es el simple hecho de comerlos, sino poder saborearlos –poquito, pero rico–.
La natación ha sido uno de mis deportes, prácticamente desde que nací, recuerdo que mi abuelo nos despertaba por las madrugadas en fin de semana para ir a un balneario en Oruro lugar donde nací, “Obrajes”, así se llama el balneario, es donde aprendí todo sobre esta disciplina, no he ganado premios o participado en competencias, si eso es lo que llegaron a pensar, lo he practicado como una terapia de relajación y para mantenerme en forma, entonces se preguntaran ¿por qué la menciono cuando escribo sobre los placeres?; verán, creo yo que llega un punto en que la relajación llega a ser placentero, me han dicho que todo ejercicio bien hecho causa cierto placer, Biológicamente porque liberamos endorfinas, pero eso es otro tema. Una amiga, ella entrenadora de futbol, me hizo ver que parte del placer es la pasión que uno le tenga a un deporte, aunque no soy muy adepto (fanático) al futbol, creo que no me caería mal una pequeña dosis de dicha “pasión”.
Lo Espiritual.Soy católico, y aunque honestamente no he sido fielmente practicante, creo en mi DIOS, su único hijo, Jesús, creo en su madre María, los discípulos que acompañaron a Jesús mientras tenía una vida terrenal. La vida no siempre te trae cosas buenas, tienes que pasar por malos momentos, ratos en los que solo te incas y dices – ¿señor, estas ahí? – Ó – ¿por qué me pasa esto a mi Señor? –, pero yo, no he podido encontrarme a mismo con EL, desde un punto de vista más firme y así afianzar mi fe.
Mis abuelos fueron quienes me inculcaron mi religión, mi madre fue la que me llevaba a consolidar esa fe con Dios –por eso te extraño Mᬖ. Ahora mientras quiero recuperar lo que mi madre siempre quiso en mi para con El, conocí a gente, personas que después de haber cosas mucho peores al punto de no poder más y llegar a quebrantarse, decidieron dejar todo en manos de Dios, es el caso de un buen amigo de la Universidad, quien su vida cambio por completo, pero paso por momentos muy angustiosos, aparte que el sexo, alcohol y otros no llenaban su vida, ahora lo veo después de convertirse a cristiano, lo veo y es una persona que encontró lo que inconscientemente andaba buscando, es feliz, le va muy bien el su trabajo, en su entorno más cercano, en su iglesia. Al preguntarle ¿cómo es qué Dios logro eso en él? Me dice –solo me rendí, y deje que El calmara mi mente, le pedí perdón y me arrepentí de todo lo malo que hice–, otro amigo le preguntaba –pero, ¿es verdad que Dios perdona pero no olvida? – y él le responde –al contrario, EL te perdona y se olvida de todo, depende de ti que eso siga siendo así–. Como les dije, soy Católico y seguiré siéndolo, solo me di cuenta que lo que necesito para afianzar mi fe es lo que nos respondió nuestro amigo, a lo mejor lo que necesito es buscar un lugar donde sentarme al aire libre relajarme, rendirme, calmar mi mente y dejar que todo sea como es…El sabe por qué de las cosas que me pasan y porque todo tiene un motivo, darle gracias por lo bueno y lo malo que vivo, y lo más importante, no solo pedirle a El que te perdone, sino que tú te perdones a ti mismo y olvidarlo, después de hacerlo depende de ti que eso siga siendo así (conoce y respeta otras religiones). Después de todo –Dios reside en ti tal como eres–. Los invito a escuchar a esta banda, ellos son cristianos, cortesía de “mi amigo”:
Jesus Culture - How He Loves Us El Amor. (De pareja)Me dijeron que escuchar a Pavarotti era lo mejor mientras haces el amor, yo creo que la Bosa Nova brasilera lo es. Placeres, placeres…
Ituana - Garota De Ipanema (The-Girl-From-Ipanema)En una foto, ella en un restaurante inflaba los cachetes, como haciendo alusión a un cuadro a su espalda, un pez globo todo inflado, a lo mejor quería hacer entender que después de haber comido tanto se vería así. A mí me pareció que se veía como una
Falsa Magra, pero yo prefiero definirla así: -delgada y elegante a la distancia, “redondita y suculenta” de cerca- (Un piropo a mi amor platónico posible, que no puede ser de otra forma por culpa del Atlántico, que tiene que separarme de ella).
A veces me cansa que me pregunten (especialmente familiares) “Y… ¿Cuándo te casas?” o las indirectas que me lanzan, especialmente en las reuniones de familia a las que debo asistir. Ya he pasado por varias relaciones y aún no aprendí… no he vuelto a confiar (aún tengo algo de miedo), volver a creer en el amor, buscarlo, enfrentarlo y si “vale la pena” luchar por él; y si no lo encuentro, al menos creeré en él. Más allá de las simples palabras escritas y los buenos deseos anhelados, soy presa aún del miedo, el cual no tengo idea de cómo sacármelo, y quiero sacármelo si quiero equilibrar mi vida. En una casualidad de la vida, me encontré con una frase de un anciano de una de las Islas de Indonesia, reza así; “Perder el equilibrio por el amor, es parte de una vida equilibrada”; ahora solo tengo que “lanzarme”, es de esa forma que uno pierde sus miedos, ¿verdad?
En síntesis, el equilibrio que deseo tener, se asemeja a la de un surfista, sabe que al lanzarse no puede tener ni mucho del placer y tampoco mucho de lo espiritual o de Dios, sabe que si tiene mucho placer, este puede consumirlo en la arrogancia, hedonismo y el orgullo. NO puede dejar todo en manos de Dios, así ¿Cómo podría reconocer sus logros, y disfrutarlos?, Sabe que en algún momento perderá el equilibrio para caer, tendrá que levantarse y volver a intentarlo, sino ¿de qué otra forma podría aprender a amar su deporte?
Roger Shah - Summer Escape