Me encontré con éste excelente
artículo navegando en la Web, y lo más importante para los que buscan conocer
más sobre el amplio tema de las Redes Sociales y el Marketing Digital en
Bolivia.
Después de leerla, analizar
la información y corroborarla, me animo a decir que la mejor alternativa para
las empresas bolivianas que tienen en mente implementar una estrategia digital
en medios o redes Sociales es el Marketing de Atracción (Inbound
Marketing). Un sistema que no es INTRUSIVO y que se lo llama el "Marketing que la gente ama"
Los dejo con el artículo
completo y ustedes opinen:
¿Hacen las marcas en
Bolivia un uso incorrecto de las redes sociales?
Muchas de las grandes marcas en Bolivia están centrando su
atención en el marketing social, aprovechando la gran cantidad de usuarios que
a diario revisan su cuenta en alguna de estas redes. La idea es captar la
atención de los millones de usuarios de dichas redes para informar sobre
productos, servicios y promociones.
Pero analicemos de cerca esta
estrategia: ¿están las marcas haciendo un uso correcto de las redes sociales en
Bolivia?
En primer lugar, cabe mencionar que la
mayoría de los anuncios (especialmente los patrocinados) en las redes
sociales son visualizados por personas que no estaban buscando esa información:
aparecen en las áreas específicas por las recomendaciones de otros usuarios
suscritos a nuestra cuenta o por ser de alguna manera afines a los intereses
que el propietario de la cuenta ha establecido. Aunque la “compulsividad” del
posible comprador es un factor a tener en cuenta, el anuncio se lanza al océano
como mensaje en una botella en la esperanza de que alguien lo recoja.
Los números así lo indican: según un estudio reciente publicado por ZdNet, en los anuncios de pago de Facebook, el CTR es del 0.04% sobre aproximadamente 1.4 millones de impresiones, no superando el 0.16% en los mejores resultados. Según otro estudio, hasta el 44% de usuarios admiten no haber hecho nunca clic en ninguno de los anuncios propuestos por Facebook durante la navegación.
Los números así lo indican: según un estudio reciente publicado por ZdNet, en los anuncios de pago de Facebook, el CTR es del 0.04% sobre aproximadamente 1.4 millones de impresiones, no superando el 0.16% en los mejores resultados. Según otro estudio, hasta el 44% de usuarios admiten no haber hecho nunca clic en ninguno de los anuncios propuestos por Facebook durante la navegación.
Se intenta obviar a este gran inconveniente solicitando al usuario que
se haga fan de cierta marca. La cantidad de personas que han hecho clic en
el botón “Me gusta” no necesariamente indica el apego o simpatía hacia la marca:
en muchas ocasiones, se obliga al usuario a hacer clic simplemente para acceder
a cierta información. Al
otro lado, la marca hace todo lo posible por conseguir que más personas
incrementen ese número. Tras cierto tiempo de exposición del anuncio, presume
de simpatizantes, pero el número de “likes” puede no
representar el verdadero
sentimiento del usuario. ¿No deberían ser totalmente accesibles todos los
contenidos destinados a aumentar las ventas? Al fin al cabo, si deseamos
mostrar al cliente un producto para que gaste más, ¿para que pedirle que lo
apoye primero? Todo debería ser facilidades para que tenga la mayor información
y sin ningún compromiso.Grandes marcas ya cayeron en esta práctica, sin entender otro factor importante: en muchas ocasiones el usuario simpatiza con cierta marca o producto pero no desea que otros usuarios lo sepan, ya que dicha preferencia queda registrada
públicamente. Por ejemplo, cierto usuario puede ser consumidor habitual de cerveza, pero no desea que su jefe o las demás personas del entorno en el que se mueve conozca ese detalle: por eso, aún simpatizando con cierto producto, decide no incrementar el número de “fans” de esa marca.
A pesar de estas evidencias, grandes
empresas en Bolivia destinan más recursos para actualizar su cuenta en Facebook
que en crear una webs completas y más atractivas. Hay muros actualizados varias
veces al día mientras la web corporativa luce obsoleta e inutilizada, o hasta
en construcción. El planteamiento parece incorrecto: las redes sociales o
marketing viral deberían complementar una buena posición online, pero no ser el
centro informativo principal de la empresa.
Para muestra un botón: cierta cadena de supermercados lleva semanas anunciándose en los patrocinados de Facebook, pero su presencia en Internet es nula: buscando palabras claves relacionadas con el nombre de la empresa en diferentes buscadores no se puede obtener ninguna información sobre su actividad. En su muro, los usuarios están pidiendo información tan básica como lugares donde operan y horarios, datos no disponibles en ningún sitio. Pasan las semanas y la empresa tampoco se toma la molestia de contestar a estas solicitudes.
Para muestra un botón: cierta cadena de supermercados lleva semanas anunciándose en los patrocinados de Facebook, pero su presencia en Internet es nula: buscando palabras claves relacionadas con el nombre de la empresa en diferentes buscadores no se puede obtener ninguna información sobre su actividad. En su muro, los usuarios están pidiendo información tan básica como lugares donde operan y horarios, datos no disponibles en ningún sitio. Pasan las semanas y la empresa tampoco se toma la molestia de contestar a estas solicitudes.
¿No hubiera sido mejor disponer de
una web corporativa completa sobre la actividad y entonces reforzarla con
marketing viral? ¿No hubiera sido mejor invertir en seguimiento diario de los
posibles interesados? El dinero invertido en esta campaña no reportará ningún
retorno económico a la empresa, ya que ni siquiera se informa a los usuarios
sobre como acceder a las tiendas.
El formato que Facebook, Twitter y
similares ponen a disposición de los usuarios es muy limitado, permitiendo
configurar unos pocos parámetros de presentación de la cuenta y cerrando el
diseño a configuraciones más personalizadas. Las búsquedas de contenido dentro
de estas redes se limita exclusivamente a los datos publicados en ellas, y por
lo tanto inaccesibles a otros canales en Internet, usando como única referencia
los intereses declarados de los usuarios en sus cuentas y las relaciones con
otros. Este parámetro es una clara ventaja cuando se busca la recomendación, ya
que se acerca al máximo a la decisión de compra, pero no es nada relevante en
otros escenarios.
También, la visibilidad de contenido compartido es efímera: si las publicaciones en el muro se amontonan debido a la gran cantidad de suscritos a una cuenta, cierto anuncio puede pasar totalmente desapercibido, sepultado bajo una avalancha de comentarios y fotografías publicadas inmediatamente después de la recomendación de cierto producto. Esto no ocurre cuando la presencia online ha sido diseñada para ser ubicada por varias fuentes, captando así a usuarios interesados en la búsqueda de ese producto o servicio.
También, la visibilidad de contenido compartido es efímera: si las publicaciones en el muro se amontonan debido a la gran cantidad de suscritos a una cuenta, cierto anuncio puede pasar totalmente desapercibido, sepultado bajo una avalancha de comentarios y fotografías publicadas inmediatamente después de la recomendación de cierto producto. Esto no ocurre cuando la presencia online ha sido diseñada para ser ubicada por varias fuentes, captando así a usuarios interesados en la búsqueda de ese producto o servicio.
Sin ningún lugar a dudas, el
marketing social hoy en día es una valiosa herramienta si se usa adecuadamente,
pero concediéndole más importancia de la que tiene, el resultado final no va a
ser el esperado. Cabe señalar que muchos expertos indican que la centralización
total de los usuarios hacia esos grandes concentradores de datos es peligrosa,
y la única forma de combatir ese efecto es generando contenido relevante fuera
de ellos.
Parece ser que la estrategia correcta
no es contratar únicamente un servicio de marketing social para dar a conocer
una marca en Facebook o Twitter, sino primero reforzar la imagen mediante
canales más específicos, relevantes y abiertos a una mayor cantidad de público,
y después apoyar con marketing social.
¿Seguirán las grandes marcas en
Bolivia haciendo caso omiso de esta evidencia?
Fuente: www.vivirenbolivia.net